Eternal Sunshine of the Spotless Mind

En Eternal Sunshine of the Spotless Mind se desarrolla una idea con la que muchos nos habremos identificado alguna vez: la posibilidad de un tratamiento que permita olvidar a una persona, evitando así el sufrimiento que conlleva muchas veces una ruptura sentimental. Podemos resumir el argumento de la película en unas pocas líneas: Joel Barish decide contratar a Lacuna, la compañía que provee el procedimiento mencionado, al serle revelado que Clementine no sólo ha decidido terminar la relación que llevaban, sino además olvidar mediante el mismo método todos los elementos dolorosos que vivieron como pareja. Durante la intervención a sus recuerdos, Joel descubre que el vínculo con Clementine le es demasiado importante como para eliminarlo definitivamente, por lo que intenta salvar de alguna forma al menos un momento que hubieran pasado juntos. Paralelamente, ella empieza a rememorar algunos aspectos de la relación mientras está con Patrick (uno de los trabajadores de la compañía), e intenta averiguar quién es esa persona que presiente haber conocido y estar perdiendo.

Mary es recepcionista en la oficina del Dr. Mierzwiak -inventor del procedimiento-, y mantiene una relación sentimental con Stan, quien se encarga junto a Patrick de intervenir a los pacientes. Durante el tratamiento de Joel, Mary va a visitar a Stan; cuando aquel toma la decisión de salvar algún recuerdo de Clementine y la situación se complica, Stan cree necesario llamar al Dr. Mierzwiak a fin de que este pueda calibrar nuevamente la máquina y solucionar los problemas que aparecen. Durante la participación del Dr. Mierzwiak, Mary empieza a sentir una profunda e imprevista atracción hacia él, la cual concluye cuando ambos se besan y esto es observado por la esposa del médico. Este le acaba confesando a Mary que habría deseado que esto no hubiese vuelto a ocurrir, puesto que ya habían conversado sobre el tema: Mary descubre que ella misma había decidido con anterioridad someterse al tratamiento Lacuna para olvidar al Dr. Mierzwiak.
He podido constatar en otras críticas a la película que esta sub trama es incluso considerada como innecesaria; no obstante ello, creo que es un pieza clave si deseamos comprender la noción de libertad en la que se desenvuelven los personajes. La relación entre el médico y la recepcionista no es deseada finalmente por ninguno de ellos, por lo que recurren a un medio artificial para superarla. Sin embargo, al no tener memoria de este hecho y sus consecuencias, Mary no puede evitar sentir nuevamente atracción y afecto por alguien que no sabe de qué forma le es perjudicial. Pienso que sería algo ingenuo afirmar la presencia de un tema como la predestinación del amor en una historia escrita por Charlie Kaufman, y no creo que sea ese precisamente el tema. No logro reparar en argumentos convicentes para sostener que dos personas se encuentran inevitablemente destinadas a conocerse y estar juntas gracias a un poder superior o voluntad misteriosa. Sin embargo, no encuentro problema alguno en juzgar la efectiva presencia de cierto grado de determinismo en las relaciones si tomamos en cuenta los gustos particulares de dos personas en un momento, así como la cantidad de información que estas manejen: Mary se enamoró en una primera oportunidad del Dr. Mierzwak; posteriormente, al olvidar la relación y sus consecuencias negativas, no existía (o no le era perceptible) ninguna razón para no volver a sentir atracción hacia él. Esto no demuestra que enamorarse de alguien sea algo inevitable (pues no somos objetos regidos exclusivamente por rigurosas leyes físicas, o criaturas sin capacidad de reflexionar), pero sí es posible afirmar que esta restricción a la cantidad de información disponible nos forzará a actuar con una libertad recortada, determinándose así el resultado de muchas de aquellas aparentes elecciones que hubiésemos creído realizar.
He podido constatar en otras críticas a la película que esta sub trama es incluso considerada como innecesaria; no obstante ello, creo que es un pieza clave si deseamos comprender la noción de libertad en la que se desenvuelven los personajes. La relación entre el médico y la recepcionista no es deseada finalmente por ninguno de ellos, por lo que recurren a un medio artificial para superarla. Sin embargo, al no tener memoria de este hecho y sus consecuencias, Mary no puede evitar sentir nuevamente atracción y afecto por alguien que no sabe de qué forma le es perjudicial. Pienso que sería algo ingenuo afirmar la presencia de un tema como la predestinación del amor en una historia escrita por Charlie Kaufman, y no creo que sea ese precisamente el tema. No logro reparar en argumentos convicentes para sostener que dos personas se encuentran inevitablemente destinadas a conocerse y estar juntas gracias a un poder superior o voluntad misteriosa. Sin embargo, no encuentro problema alguno en juzgar la efectiva presencia de cierto grado de determinismo en las relaciones si tomamos en cuenta los gustos particulares de dos personas en un momento, así como la cantidad de información que estas manejen: Mary se enamoró en una primera oportunidad del Dr. Mierzwak; posteriormente, al olvidar la relación y sus consecuencias negativas, no existía (o no le era perceptible) ninguna razón para no volver a sentir atracción hacia él. Esto no demuestra que enamorarse de alguien sea algo inevitable (pues no somos objetos regidos exclusivamente por rigurosas leyes físicas, o criaturas sin capacidad de reflexionar), pero sí es posible afirmar que esta restricción a la cantidad de información disponible nos forzará a actuar con una libertad recortada, determinándose así el resultado de muchas de aquellas aparentes elecciones que hubiésemos creído realizar.

Es cierto: en ese momento la mejor opción es volver a intentarlo; no hacerlo es aceptar la inevitabilidad y desacreditarnos como seres capaces de redefinir nuestras propias vidas. No obstante ello, es una decisión menos beneficiosa (aunque sea la más beneficiosa en dicho momento) que haber terminado, continuar con la carga de experiencias negativas y luego tratar de emprender nuevamente la relación. El recomenzar teniendo conciencia de qué acciones fueron las equivocadas nos permitirá eludirlas, mientras que el ignorarlas si bien no garantiza su repetición, tampoco nos proporciona una manera adecuada de no volver a cometer errores (y por ende, nos llevaría a una situación en la que se verían muy probablemente duplicadas las anteriores vivencias desagradables). La libertad no es igual para todas las personas en toda circunstancia, pues ésta dependerá directamente de cuánto sepamos al momento de realizar una elección. En una cuestión tan importante como el inicio de una relación, no creo que alguien optaría por reducir conscientemente el grado de libertad con el que va a actuar. Pienso que una decisión de ese tipo no sólo sería absurda, sino además éticamente debatible. Lo realmente interesante de la historia es aquello que nunca llega a mostrársenos, es decir, si efectivamente logran Joel y Clementine hacer funcionar la relación en esta segunda primera oportunidad.